viernes, noviembre 11, 2005

Mi ayer: cuando el amor es el único motivador...

A María Teresa Quiceno...

Quiero ahora –como tantas otras veces sin resultado- ausentarme un poco de ese aletargamiento que me produce la poesía, y mejor tratar de inmiscuirme un poco más en ti que eres hoy mi más grande realidad.

Aunque, he de confesarte que en este caso es un poco difícil discernir la realidad de la fantasía; pues, guardas en cada centímetro tuyo un poco de cada situación.

Ahora podría definirte con una sola palabra (eso sí, teniendo en cuenta mi actual esfuerzo por ausentarme de la poesía): ambigüedad.

No es esta una palabra hermosa; de hecho, has de pensar ahora que si pretendo con esta carta conquistarte un poco más, de seguro no voy a lograrlo usando un término en apariencia carente de romanticismo y de vida.

Pero, María Teresa, eso eres ahora para mí...
...pregunta de ICFES, porqué?

Es preciso ahora retomar que tendemos –todos- a ser en cierta forma extremistas (unos más que otros), y que, por lo tanto cuando creemos algo negro, pero es blanco, nos sigue pareciendo negro (aunque inconscientemente empecemos a verlo gris); o que si lo creemos arriba, pero es abajo, nos sigue pareciendo arriba (e involuntariamente ya a nuestra altura); o si es bueno pero lo permitimos malo, aunque fuese santificado sería para nosotros igualmente malo (aunque ya no tan perverso); en fin, casi nunca se aceptan extremos sino términos medios. Todo esto es ambigüedad.

¿Qué tiene todo esto qué ver contigo?

Desde tiempos remotos fuiste un sueño; uno de esos sueños que crean alas y hacen navegar hasta las nubes del sosiego y el nirvana. Siempre fuiste un sueño a pesar de mis desplantes y de tus problemas, un sueño de esos que sólo permitían amarte en silencio y desde alguna esquina de la vida para pasar más bien inadvertido.

Fuiste un sueño que no provocaste y que yo inventé hasta volverlo obsesión, un sueño de esos que uno piensa eterno y que con el paso del tiempo se perdió en el crepúsculo de mis ideas.

Pero de nuevo, ¿porqué ambigüedad?

Ahora eres realidad...estás viva! Vives en mí y en cada movimiento que realizo; vives en cada trazo de esta pluma y en cada poro de la piel mía, vives en cada parpadeo y en los pensamientos que aún no han surgido, vive colgado tu recuerdo a mis espaldas y en los pasos que sueño dar.

No existe aún ambigüedad! Antes eras sueño, hoy eres realidad!

Pero aún hoy; con toda la hermosa realidad que me haces vivir, sigues siendo un sueño constante, mi eterno sueño de futuro, mi sueño inacabable, un sueño que me invade y provoca desesperos–angustias-iras simplemente porque también es un sueño el desearte a mi lado a cada momento, es un sueño que seas el aire que respiro o el cansancio que me agota.

Eres –lo he dicho siempre- aquella mujer-sueño, aquella realidad-sueño que ahora me pone melancólico y hace brotar lágrimas porque además...

...cuánto me duele saber que no somos aún definitivos en nuestras vidas.



Santiago de Cali, 26 de Marzo de 1999


Peter P@n

1 Comments:

Blogger Peter P@n said...

Hoy como que ando corto de comprensión mi querida Carolina... no creo haberte entendido. Pero si lo que entiendo es que la incertidumbre te acompaña más de lo previsto, aún estamos del mismo lado del río.

Saludos!!!

4:30 p. m.  

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